17/12/2014
Por: http://www.api.cat/noticias
Ubicación estratégica: uno de los principales atractivos de irse a vivir de alquiler en el Maresme es su privilegiada localización en el mapa de Cataluña.
Además de ocupar una posición central entre la Costa del Garraf y la Costa Brava, su proximidad a Barcelona hace que muchas personas que trabajan en la capital catalana, pero que prefieren un estilo de vida más tranquilo, escojan pequeñas poblaciones del Maresme como, por ejemplo, Vilassar de Mar para vivir.
Aunque también hay opciones para los amantes del asfalto; Mataró, la capital de la comarca que cuenta con todas las comodidades y servicios de una gran ciudad.
Las buenas comunicaciones, ya sea en transporte público o privado, por carretera o en ferrocarril, han fomentado que en pocos años haya crecido el número de personas que deciden vivir en el Maresme y desplazarse cada día hasta Barcelona para trabajar.
Las playas: Con 52 km de extensión, la costa del Maresme cuenta con algunas de las playas más bonitas de Cataluña, en concreto cuenta con 49 playas repartidas entre los 16 municipios costeros que agrupan aproximadamente el 70% de la población de la comarca. Con esta descripción, no es de extrañar que alguien se empiece a interesar por alquilar un piso en Canet de Mar para poder disfrutar de sus playas y las de las demás poblaciones.
Naturaleza: Además de sus playas y los deportes acuáticos, el Maresme también dispone de un entorno natural y paisajístico con variedad de itinerarios para hacer en bicicleta y rutas de senderismo para los fanáticos de las caminatas en la naturaleza. No nos olvidamos de los Parques Naturales, el Parque del Montnegre i el Corredor y el Parque Serralada Litoral.
Tierra de vino: La Denominación de Origen (DO) Alella pertenece al Maresme y cuenta con vinos de calidad y prestigio internacional. Especialmente alrededor de la población de Alella, se pueden visitar bodegas y disfrutar de catas de vinos y otras actividades de enoturismo.
Patrimonio Cultural: La comarca del Maresme tiene una intensa tradición cultural y patrimonial. Diversos museos, como el Museo de la Náutica en el Masnou o el Museo del Payés, rutas históricas así como un nutrido calendario de fiestas y ferias populares.