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La crisis convierte las viviendas turísticas en alquileres residenciales

27/04/2020
Por:   20 minutos

La crisis convierte las viviendas turísticas en alquileres residenciales

El sector de la vivienda se mantiene alerta ante la incertidumbre respecto al futuro del mercado, que depende en gran medida de cuánto se alargue esta situación. Apenas doce años después de la recesión económica que castigó duramente al sector, los expertos insisten en recordar la naturaleza de esta crisis, que –a diferencia de la del 2008– no es financiera, sino sanitaria; lo que augura un futuro menos devastador.

«Al igual que muchos otros sectores de la economía, el mercado inmobiliario se está viendo afectado negativamente por la crisis del Covid-19», asegura Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, uno de los portales inmobiliarios españoles que está presenciando el «frenazo» de la actividad económica.

«Durante los primeros meses viviremos un tsunami económico que sin duda afectará en el corto y en el medio plazo al stock de vivienda y las transacciones», afirma Encinar, vaticinando una estabilización con el paso de los meses y sumándose a la previsión de varios expertos del sector que esperan una normalización de la situación, que podría alcanzar niveles anteriores a la pandemia para principios de 2021.

Según cuenta el jefe de estudios de Idealista, las limitaciones del estado de alarma decretado el 15 de marzo han producido un frenazo en el número de transacciones, «lo que conllevará un aumento en el stock de vivienda y un descenso en el número de compraventas durante el año 2020». Ante la bajada de demanda, el mercado prevé un descenso en el precio de la vivienda de entre el 10% y el 15%, con menos variaciones en los alquileres. Aunque todavía no se refleja de una forma notable en los portales inmobiliarios, se pueden apreciar ligeras bajadas en las ofertas de los propietarios que están tratando de adaptarse a la situación.

Otra de las grandes víctimas del virus está siendo el turismo, uno de los pilares económicos de España, al cuál le costará mucho más esfuerzo recuperarse de esta crisis; ya no solo por las medidas de confinamiento que limitan los viajes, sino por la dependencia de los turistas de otros países, también afectados por el coronavirus. Esto está haciendo que muchas viviendas destinadas al alquiler vacacional cambien de uso y se reincorporen al mercado residencial.

«Ya estamos viendo cómo, de manera masiva, los pisos que se alquilaban en Airbnb se están empezando a alquilar en Idealista», dice el portavoz del Sindicato de Inquilinos de Madrid, Javier Gil. Desde el sindicato, llevan años denunciando los precios desorbitados de Airbnb, cuya oferta, aseguran, se obtiene de pisos que se han extraído del alquiler, lo que «hacía que bajase la oferta y presionase los precios al alza», cuenta Gil, explicando que lo que está sucediendo ahora es lo contrario.

Con la llegada de centenares de nuevas viviendas de uso turístico al mercado residencial, se está produciendo un incremento de la oferta que previsiblemente provocará un reajuste de los precios, en el que incidirán otros factores como la inversión, también afectada por el virus.

«Lo que llevábamos viendo desde 2013 hasta ahora es un nuevo ciclo de especulación que se basa en inversores internacionales, lo que genera expectativas e inicia una nueva burbuja. Esto, a su vez, hace que se vayan sumando inversores nacionales y también inversores más pequeños, incluso particulares, que vuelven a hipotecarse, a invertir, etc», explica el portavoz del sindicato madrileño, añadiendo que volvieron «los discursos del 2000» de «hay que invertir» o «vivir de alquiler es de tontos». De hecho, según el índice Tinsa IMIE General del mes de marzo, la vivienda en España se encareció un 2,5% en el trimestre previo al impacto de la crisis sanitaria en relación al mismo periodo del año anterior.

El coronavirus marcará un antes y un después en la sociedad, que ha empezado a valorar cosas que antes de la pandemia no creían determinantes, como el espacio, la luz o los sitios al aire libre en sus casas. Según Fotocasa, las búsquedas de viviendas con balcón o terraza se han disparado un 40% desde el inicio del estado de alarma. Esto puede verse reflejado también en el descenso de búsquedas de casas en las capitales de provincia, que antes acaparaban un 44,1% y que ahora se han reducido hasta el 38,8%. «Durante la cuarentena son muchos los que se han dado cuenta de que viven en una vivienda que no les gusta y preferirían otras zonas menos céntricas», zanja Encinar. ●

 

 



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